verdugos jubilados

1 comentario:

Anónimo dijo...

Verdugo jubilado

La sangre corrió por mi nariz y
resbaló por mis labios.
Un sabor dulzón y metálico
llegaba a mi lengua.
El sabor de la decepción.
El sabor del dolor, del miedo,
del desamor.
Entonces lo entendí todo.
Rotura del tabique nasal.
Fractura en mi corazón.
Alma quebrada.
Desgarro en mis entrañas.
Me suplicaste perdón.
No te delaté en aquel momento.
Preferí tapar, olvidar y mentir.
Hubiera evitado tantas cosas.
Aquello no fue nada más que el comienzo.
Las heridas más perversas
son las que no sangran.
...tal vez ahora seguiría respirando.

************* una de amor para una primera vez *************

  • vacío - Es justo esa sensación de vacío, de demasiado espacio entre las ideas la que vive instalada entre mi pecho y la parte menos visible de mi vientre. No puedo...

"experimentar es un modo de pensar" robert wilson


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